Pensar era inútil como desesperarse por recordar un sueño del que sólo se alcanzan las últimas hilachas al abrir los ojos.
Lo que nos salva a todos es una vida tácita, que poco tiene que ver con lo cotidiano o lo astronómico, una influencia espesa que lucha contra la fácil dispersión en cualquier rebeldía más o menos gregarios, una catarata de tortugas que no termina nunca de hacer pie, porque desciende con un movimiento retardado que apenas guarda relación con nuestras identidades de fondo blanco e impresión dígito-pulgar derecho, la vida como algo ajeno pero que lo mismo hay que cuidar, el niño que le dejan a uno mientras la madre va a hacer una diligencia, la maceta con la begonia que regaremos dos veces por semana.
Ningún juego te hará olvidar: tu alma es una máquina fría, un lúcido registro.
Nunca olvidarás nada en un torbellino que arrase lo grande y lo pequeño para tirarte a otro presente.
Dormir, el olvido pequeño.
Una lenta ceremonia incomprensible nos había acercado en la noche desde nuestras infinitas distancias.
No me dormiré, no me dormiré en toda la noche, veré la primera raya del alba en esa ventana de tantos insomnios, sabré que nada ha cambiado.
No se lo diría nunca, que su nombre me llegaba como los perfumes que atraen y repelen a la vez, como la tentación de acariciar el lomo de una ranita dorada sabiendo que el dedo va a tocar la esencia misma de la viscosidad. Cómo decirlo a nadie si tú mismo no podrías saber que la mención de tu nombre, el paso de tu imagen en cualquier recuerdo ajeno me desnuda y me vulnera, me tira en mí misma con ese impudor total que ningún espejo, ningún acto amoroso, ninguna reflexión despiadada pueden pueden dar con tanto encono; que a mi manera te quiero y que ese cariño te condena porque te vuelve mi denunciador, el que por quererme y ser querido me despoja y me desnuda y me hace verme como soy.
Abrazarse interminablemente o con una violencia que los apartaba en el mismo instante, como si del deseo creciera amarga la distancia. Y siempre por debajo, un silencio agazapado donde latía el tiempo enemigo.
***
Lo encontré hace un rato mientras leía sobre él, me dejo sin palabras. Disfruten de este fragmento de "Modelo para armar" de Julio Cortázar
lunes, 22 de febrero de 2010
miércoles, 17 de febrero de 2010
El amor es ciego
¿Alguna vez escucharon que el amor es ciego?, la verdad podemos tener distintas concepciones sobre ésta frase, ya sea desde un modo científico-intelectualoso hasta uno meramente subjetivo. Hoy les traigo una respuesta más que tal vez no conozcan y que maneja al amouuur desde otra perspectiva, una más...melosona-pa-suspirar, para aquellos lectores que gozan de ese sentimiento, para los que no lo han conocido, para aquellos que siguen sucumbiendo a esa flaqueza del espíritu como hubiera dicho John Dryden, en fin, disfrútenlo...
"Cuentan que una vez se reunieron, en un lugar de la tierra, todos los sentimientos y las cualidades de los hombres. Cuando el aburrimiento había bostezado por tercera vez, la locura les propuso: “¡Vamos a jugar a las escondidas!”...
... Cuando la locura contaba 999,999, el amor aún no había encontrado un sitio para esconderse, pues todos se encontraban ocupados... hasta que divisó un rosal y, enternecido, decidió esconderse entre sus flores....La locura terminó de contar y los fue encontrando a todos, pero sólo el amor no aparecía por ningún sitio...
... Entonces la locura tomó una horquilla y comenzó a mover las ramas, cuando, de pronto, un doloroso grito se escuchó. Las espinas habían herido los ojos del amor. La locura no sabía qué hacer para disculparse: lloró, rogó, imploró, pidió perdón, y hasta prometió ser su lazarillo.
Desde entonces, desde que por primera vez se jugó a las escondidas en la tierra, se dice que el amor es ciego y que la locura siempre lo acompaña..."
***
Debo decirles que es la versión corta de esta magnífica fábula porque luego me reclaman de que escribo posts largotototes, así que si quieren la versión larga púchenle (sí, púchenle) ACÁ: http://mx.answers.yahoo.com/question/index?qid=20081004134545AApaRgc
"Cuentan que una vez se reunieron, en un lugar de la tierra, todos los sentimientos y las cualidades de los hombres. Cuando el aburrimiento había bostezado por tercera vez, la locura les propuso: “¡Vamos a jugar a las escondidas!”...
... Cuando la locura contaba 999,999, el amor aún no había encontrado un sitio para esconderse, pues todos se encontraban ocupados... hasta que divisó un rosal y, enternecido, decidió esconderse entre sus flores....La locura terminó de contar y los fue encontrando a todos, pero sólo el amor no aparecía por ningún sitio...
... Entonces la locura tomó una horquilla y comenzó a mover las ramas, cuando, de pronto, un doloroso grito se escuchó. Las espinas habían herido los ojos del amor. La locura no sabía qué hacer para disculparse: lloró, rogó, imploró, pidió perdón, y hasta prometió ser su lazarillo.
Desde entonces, desde que por primera vez se jugó a las escondidas en la tierra, se dice que el amor es ciego y que la locura siempre lo acompaña..."
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Debo decirles que es la versión corta de esta magnífica fábula porque luego me reclaman de que escribo posts largotototes, así que si quieren la versión larga púchenle (sí, púchenle) ACÁ: http://mx.answers.yahoo.com/question/index?qid=20081004134545AApaRgc
sábado, 13 de febrero de 2010
Los Amorosos
Lectores jacarandsos que se toman la molestia de leer este blog, les deseo un día superchubirul, yo sé que son fechas en las que uno se puede sentir la caca más quedada del mundo pero también se tiene la oportunidad de sentirse la persona más afortunada de este planeta; todo es cuestión de usar las gafas correctas y elegir el panorama que más nos convenga.
¡Feliz Día de San Valentín!...su regalito es el siguente (dediquenlo, léanlo nomás, debrayense con el, critíquenlo. Es suyo):
Los amorosos callan.
El amor es el silencio más fino,
el más tembloroso, el más insoportable.
Los amorosos buscan,
los amorosos son los que abandonan,
son los que cambian, los que olvidan.
Su corazón les dice que nunca han de encontrar,
no encuentran, buscan.
Los amorosos andan como locos
porque están solos, solos, solos,
entregándose, dándose a cada rato,
llorando porque no salvan al amor.
Les preocupa el amor. Los amorosos
viven al día, no pueden hacer más, no saben.
Siempre se están yendo,
siempre, hacia alguna parte.
Esperan,
no esperan nada, pero esperan.
Saben que nunca han de encontrar.
El amor es la prórroga perpetua,
siempre el paso siguiente, el otro, el otro.
Los amorosos son los insaciables,
los que siempre -¡que bueno!- han de estar solos.
Los amorosos son la hidra del cuento.
Tienen serpientes en lugar de brazos.
Las venas del cuello se les hinchan
también como serpientes para asfixiarlos.
Los amorosos no pueden dormir
porque si se duermen se los comen los gusanos.
En la oscuridad abren los ojos
y les cae en ellos el espanto.
Encuentran alacranes bajo la sábana
y su cama flota como sobre un lago.
Los amorosos son locos, sólo locos,
sin Dios y sin diablo.
Los amorosos salen de sus cuevas
temblorosos, hambrientos,
a cazar fantasmas.
Se ríen de las gentes que lo saben todo,
de las que aman a perpetuidad, verídicamente,
de las que creen en el amor
como una lámpara de inagotable aceite.
Los amorosos juegan a coger el agua,
a tatuar el humo, a no irse.
Juegan el largo, el triste juego del amor.
Nadie ha de resignarse.
Dicen que nadie ha de resignarse.
Los amorosos se avergüenzan de toda conformación.
Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla,
la muerte les fermenta detrás de los ojos,
y ellos caminan, lloran hasta la madrugada
en que trenes y gallos se despiden dolorosamente.
Les llega a veces un olor a tierra recién nacida,
a mujeres que duermen con la mano en el sexo,
complacidas,
a arroyos de agua tierna y a cocinas.
Los amorosos se ponen a cantar entre labios
una canción no aprendida,
y se van llorando, llorando,
la hermosa vida.
JAIME SABINES
Tiene que ver con:
amour,
celebraciones,
festejos
miércoles, 10 de febrero de 2010
San Valentín
El mentado San Valentín está cerca, siempre me había dado igual esta fecha, pero ahora han habido algunas diferencias respecto a otros años, las cuales me hacen tener una actitud medio Grinch hacia la temporada del puchuromanticismo; no soporto ver películas melosas por doquier (juro que si vuelvo a ver Nothing Hill me doy un tiro)ni grandes globos de helio ni (inserte aqui cualquier artículo, cualquiera)en forma de corazón, ¡no lo aguanto!. Tomando en cuenta que nada se puede hacer para librarse del sentimiento que causa el 14 de febrero he decidido mantenerme en una pequeña rutina que incluye poesía,pelisnoromanticonas y musicamerolera :D; al parecer funciona bien. En una de esas encontré un libro bien bien acá, les dejo un fragmento de uno de los grandes señorones que tenemos por compatriotas.
"No es el futuro ni su irreal presencia
lo que nos tiene lejos, divididos;
es el lento desastre, la existencia,
el regresar de todos los olvidos.
Más en el sueño o su remota esencia
caminamos desiertos pero unidos.
No volverás hacia el llameante centro,
a la impedida arena del encuentro"
José E. Pacheco
***
Disfruten la temporada. Si son igual de grinch que yo, dejen de serlo! y si son fervientes amantes de esta celebración solo les puedo decir FAIL :D
"No es el futuro ni su irreal presencia
lo que nos tiene lejos, divididos;
es el lento desastre, la existencia,
el regresar de todos los olvidos.
Más en el sueño o su remota esencia
caminamos desiertos pero unidos.
No volverás hacia el llameante centro,
a la impedida arena del encuentro"
José E. Pacheco
***
Disfruten la temporada. Si son igual de grinch que yo, dejen de serlo! y si son fervientes amantes de esta celebración solo les puedo decir FAIL :D
miércoles, 3 de febrero de 2010
Según Neruda...
Un poco de poesía para pasar el momento, léase en caso de : ocio, gusto, inclinación por el autor o simple y vaga desesperación por algo nuevo.
Agradezco a la ahora declarada esposa de Neruda (Emilia Cano) por su recomendación y buen gusto en la literatura.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.
Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía;
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.
Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.
PABLO NERUDA
(20 poemas de amor y una canción desesperada)
martes, 2 de febrero de 2010
Mil Horas
Y de pronto todo es efímero. Si alguna vez llegue a creer en el tiempo, ahora no es más que una falacia; llega el momento en el que las horas no valen, se vuelven un ente que deja lo terrenal para surcar otros destinos. El olvido rompe la barrera del tiempo, de la nostalgia, de lo vagamente ético para envolverse en un capullo de desgracias que luchan por acabar con lo poco que tenemos, con aquello que llamamos pensamiento, con lo que denominamos sentimiento, el que ha dejado de existir, el que ahora no es más que un aberrante deseo que no cesará hasta que elijamos el camino correcto.
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