Tomé demasiado té, eso es un hecho, y ahora estoy aquí, escribiendo, porque ya he molestado a todos y porque sé que el papel, que diga, el blog, es el único que no reniega. Y le puedo reclamar y se queda calladito, y lo puedo engañar y no lo nota. Solo una cosa: no hay retroalimentación. Pero eso hoy no importa; no te estoy escribiendo.
En la noche todo es más latente, tanto el frío como el recuerdo, el sentimiento y la locura:
«Elle se branlai sur la selle avec une
brusquerie de plus en plus forte. Elle
n´avait donc pas plus que moi épuisé
l´orage évoqué par sa nudité.»
Histoire de l´oeil
Tengo problemas ontológicos, lo sé, no lo puedo evitar.
:)
ResponderEliminar