miércoles, 10 de noviembre de 2010

Fe de niños y no tan niños

Nuestra fe al ser niños es tan intensa e interesante que nos basta con pedirle un deseo a cualquier cosa que se nos pone en el camino; estrellas, pestañas, hadas, Dios, cuando uno se golpea el codo y no se soba, en fin, nuestros anhelos se quedan concentrados y de vez en cuando llegan a cumplirse, ya sea por casualidad o coincidencia.

Ayer mientras caminaba de regreso a mi casa descubrí algo que no había notado antes, había unos dientes de león jocosones escondidos en la esquina de una casa y entoooonces eso me recordó cuando yo era todavía más chamaca, cuando solía pedirle deseos a esos dientes; agarraba unos cuantos y solpaaaaaba y soplaaaaaaba hasta que no quedara nada, al mismo tiempo recitaba mentalmente las cosas que quería que me fueran concedidas. Algunos deseos se cumplieron y otros..bueno, sigo esperando una respuesta desde hace como 4 años, no hay problema, soy paciente :)
¿A qué le piden deseos?

2 comentarios:

  1. aahh quien no se acuerda de esos momentos de la infancia, donde deseabamos todo con solo mover un dedo y ver una estrella fugaz...ahh aun recuerdo mi niñez...soplando burbujas y dejandolas volar libremente al aire, viendo como mis deseos se desvanecian en el cielo, volando muy alto, al vez al paraiso...los deseos son solo acciones emotivas de la mente, de la carne humana, todo se vuelve bello con un simple deseo :)

    ResponderEliminar
  2. A las estrellas! Te juro que se me han cumplido. Poco a poco veo menos estrellas,pero poco a poco pido menos deseos. Empiezo a hacer las cosas por mi mismo y a buscar mi realizacion. Sí,hay cosas que uno no maneja,que no se pueden controlar. Esas son las pocas estrellas que me quedan.

    ResponderEliminar