Memorias al aire

Hay varios asientos libres sin embargo no pretendo usarlos, no me dan la vista que quiero por ahora; paso al final del vagón, he encontrado un buen lugar. Al parecer todos los presentes se han percatado de mi preferencia por el suelo regalándome todo tipo de miradas a las que no presto atención, generalmente no tomo importancia a la opinión pública. Me han dado ganas de pensar profundamente, por un instante me aislo del mundo, pierdo la noción del tiempo, solo pienso en mi día, en todo lo bueno, en los pequeños instantes que me regalaron una sonrisa....una sacudida del vagón ha roto el hilo de mis pensamientos, me doy cuenta que me he pasado por dos estaciones, en vez de regresar decido seguir recorriendo la línea, como decía, tengo ganas de pensar. Repentinamente mi mirada se desvía hacia la gente, descubro que efectivamente "Nada es", todos cambian en fracción de segundo, miradas de indiferencia cambian a angustia en cuanto miran el reloj, creo que se les ha hecho tarde; gesticulaciones, posiciones, miradas que cambian tan rápido como el tiempo, descubro que la vida no es estable, siempre está en movimiento. Los vagones siguen su camino, creo que es hora de leer a Schopenhauer, leo su libro "La libertad", encuentro sus planteamientos bastante interesantes, trato de aplicarlos en mi vida pero solo me meto en dilemas, en diversas cuestiones que conllevan a más preguntas cuyas respuestas veo difíciles de hallar por el momento, decido dejarlo para otra ocasión. Me siento observada, volteo sin cautela ya que la discreción nunca ha sido mi fuerte, efectivamente, un sujetillo que toma a su madre de la mano me observa, le doy de regalo lo único que soy capaz de darle a la gente por el momento, una sonrisa, involuntaiamente se ha levantado mi mano, creo que lo estoy saludando, el niño me devuelve la sonrisa y abraza a su madre con un cariño tan indescriptible, me da alegría saber cuanto amor cabe en el mundo, me da gusto comprender que soy capaz de sentirlo aunque sea solo externo. El metro se para, he llegado al final de la línea, creo que es hora de regresar a casa...